sábado, 11 de mayo de 2013

Una frase para comenzar este sábado primaveral...


"Jamás podrás despertar si no te das cuenta antes que estás dormido".





Por ti podria morir, Luis Fonsi



Que debo hacer para que te fijes en mi
para ganarme tu amor
y calmar este dolor
o es que no ves que ya no lo puedo ocultar
que desearte me hace mal
que necesito tu calor...
y yo daria todo por ti
yo,por ti podria morir


Dime que otra cosa puedo hacer
para derrumbar esa pared
que no te deja verme como soy
y me prohibe paso hacia tu amor
dime como hacer para lograr
el poderte un dia enamorar
dame alguna pista o direccion
para conquistar tu corazon...

no puedo mas...

Tal vez sera que me queda grande tu amor
que mereces algo mejor
que el destino me engaño...
incierto es todo lo que pueda pasar
por eso nada voy a esperar
te amare sin condicion
y yo daria todo por ti
yo,por ti podria morir

No puedo mas...

El silencio habla (fragmento de la parte Silencio y Quietud), Eckhart Tolle




Cuando pierdes contacto con la quietud interior, pierdes contacto contigo mismo. Cuando pierdes contacto contigo mismo, te pierdes en el mundo.
Tu sentido más interno de ti mismo, tu sentido de quién eres, es inseparable de la quietud. Ése es el Yo Soy que es más profundo que el nombre y la forma. 
La quietud es tu naturaleza esencial. ¿Qué es la quietud? El espacio interno o conciencia en el que las palabras de esta página son percibidas y se convierten en pensamientos. Sin esa conciencia, no habría percepción, ni pensamientos, ni mundo.
Tú eres esa conciencia, disfrazada de persona.  
El equivalente del ruido externo es el ruido interno del pensamiento. El equivalente del silencio externo es la quietud interna.
Cuando quiera que haya silencio a tu alrededor, escúchalo. Esto significa que, simplemente, has de darte cuenta de él. Préstale atención. Escuchar el silencio despierta la dimensión de quietud dentro de ti, porque sólo la quietud te permite ser consciente del silencio.
Observa que en el momento de darte cuenta del silencio que te rodea, no estás pensando. Eres consciente, pero no piensas. 
Cuando te das cuenta del silencio, se produce inmediatamente ese estado de serena alerta interna. Estás presente. Has salido de miles de años de condicionamiento colectivo humano. 
 Mira un árbol, una flor, una planta. Deja que tu conciencia descanse en ellos. ¡Qué quietud manifiestan, qué profundamente enraizados están en el Ser! Permite que la naturaleza te enseñe la quietud.  
Cuando miras un árbol y percibes su quietud, tú mismo te aquietas. Conectas con él a un nivel muy profundo. Te sientes unido a cualquier cosa que percibes en y a través de la quietud. Sentir tu unidad de ti mismo con todas las cosas es verdadero amor. 
El silencio ayuda, pero no es necesario para hallar la quietud. Aunque haya ruido, puedes sintonizar con la quietud subyacente, el espacio en el que surge el ruido. Ese es el espacio interno de pura conciencia, la conciencia misma.
Puedes darte cuenta de que la conciencia es el trasfondo de todas tus percepciones sensoriales, de toda tu actividad mental. Siendo consciente de la conciencia surge la quietud interna. 
Cualquier ruido molesto puede ser tan útil como el silencio. ¿Cómo? Abandonando tu resistencia interna al ruido y permitiendo que sea como es; esa aceptación también te lleva al reino de paz interna que es quietud.
Cuando aceptas profundamente este momento tal como es —tome la forma que tome—, estás sereno, estás en paz. 
Presta atención a la pausa: la pausa entre dos pensamientos, al breve y silencioso espacio entre las palabras de una conversación, entre las notas de un piano o de una flauta, o al breve descanso entre la inspiración y la espiración.
Cuando prestas atención a esas pausas, la conciencia de «algo» se convierte simplemente en conciencia. Surge de dentro de ti la dimensión informe de pura conciencia y reemplaza la identificació n con la forma.  
La verdadera inteligencia actúa silenciosamente. Es en la quietud donde encontramos la creatividad y la solución a los problemas. 
¿Es la quietud tan sólo ausencia de ruido y contenido? No; es la inteligencia misma: la conciencia subyacente de la que nace toda forma. ¿Y cómo podría eso estar separado de quien tú eres?
De allí salió la forma que crees ser, y lo que la sustenta.
Es la esencia de todas las galaxias y de las hojas de hierba; de todas las flores, árboles, pájaros, y de todas las demás formas. 
La quietud es la única cosa de este mundo que no tiene forma. Pero en realidad no es una cosa, y tampoco es de este mundo. 
Cuando miras un árbol o un ser humano desde la quietud, ¿quién está mirando? Algo más profundo que la persona. La conciencia está mirando a su creación.
En la Biblia se dice que Dios creó el mundo y vio que era bueno. Eso es lo que ves cuando miras sin pensamiento, desde la quietud. 
¿Necesitas más conocimiento? ¿Crees que más información, u ordenadores más rápidos, o más análisis científicos e intelectuales van a salvar al mundo? ¿No es sabiduría lo que más necesita la humanidad en estos momentos?
Pero ¿qué es la sabiduría? ¿Dónde se encuentra? La sabiduría viene cuando uno es capaz de aquietarse. Sólo mira, sólo escucha. No hace falta nada más. Aquietarse, mirar y escuchar activa la inteligencia no conceptual que anida dentro de ti. Deja que la quietud dirija tus palabras y tus acciones.  


 

“Aire para cuerda en Sol” , Suite Orquestal N° 3 en RE Mayor”, Johann Sebastian Bach -

Johann Sebastian Bach, nacido en Alemania un 21 de marzo de 1685, se convertiría hasta el día de hoy en uno de los más admirados músicos en la historia. Su obra pertenece al período barroco y extrañamente, según algunos de su biógrafos, fue olvidada hasta el siglo XIX, momento en que se la rescata para considerarla una de las más grandiosas, no sólo por su profundidad intelectual y perfección técnica, sino también por su belleza.
Entre sus obras más conocidas se encuentra la "Suite Orquestal N°3 en Re Mayor," también conocida como "Aire para cuerda en Sol". La suite fue compuesta por Bach en algún momento entre los años 1717 y 1723 para el príncipe Leopoldo de Anhalt y el cambio de su nombre se debe al violinista August Wilhelmj. Éste a fines del siglo XIX arregló la obra para violín y piano, también hizo la transposición de la clave principal de Re Mayor a Do Mayor de la pieza original, con lo cual logró tocar la obra con la cuerda Sol de su violín.
La obra responde a una serena belleza donde, como el aire, sin prisa y sin pausa, los instrumentos parecen desprenderse como un cuerpo único hacia paisajes etéreos. Es cierto, ninguno sobresale, porque todos forman uno solo cuerpo liviano y lleno de claridad.




En 1723, ya en Leipzig, el músico comienza a ocupar el cargo de "Cantor de la Iglesia de Santo Tomás" y también director de Música de la Universidad. Lo haría hasta el año 1750, año de su muerte. En "Pequeña crónica" su segunda mujer Ana Magdalena Wülken relata cómo Bach queda ciego pero instantes previos a morir recobra la vista. Muere con su compañía y con la de algunos amigos; el hombre que había dicho, "Quien canta, reza dos veces" en sus último suspiros, cuenta Ana, pidió escuchar música. Y allí mismo sus amigos entonaron el coral.









Esta es la intepretación que hizo David Garrett de esta obra en Estocolomo en 2011.






Fuente:
http://elcaminodelretorno.blogspot.com.es



Plantas que brillan cuando se estresan: Estación Espacial

Sabías que...
  • El experimento busca las diferencias de crecimiento en la Tierra y en el espacio.
  • Las plantas de la ISS servirán para estudiar la adaptación al cambio climático.



Durante los últimos dos años la Estación Espacial Internacional (ISS) ha albergado en su laboratorio varios ejemplares de la planta Arabidopsis thaliana que crecen bajo la estrecha vigilancia de cámaras y monitores. Forman parte de un experimento llamado TAGES (Transgenic Arabidopsis Gene Expression System), una investigación para comprender cómo crecen las plantas en el espacio con vistas a preparar viajes de larga duración.
Los astronautas, explica la NASA, se alimentan hoy día en la estación de comida en sobre, pero si en un futuro queremos hacer viajes a otros planetas o establecer colonias, deberán cultivar sus propios alimentos.  El problema es que durante millones de años los organismos vegetales han evolucionado con la gravedad terrestre y se desconoce cómo puede afectar la microgravedad a su desarrollo y crecimiento.
Para comprender mejor el comportamiento de las plantas sin tener que cortarlas, los científicos las modificaron genéticamente de modo que se produce una bioluminiscencia cuando la planta está bajo condiciones de estrés. "Esto", explica la bióloga molecular de la Universidad de Florida Anna-Lisa Paul, "puede darnos mucha información sobre cómo se adapta  Arabidopsis al ambiente de microgravedad".

En un trabajo reciente publicado en la revista Plant Biology, Paul y su equipo desvelaron los primeros resultados del experimento y algunos descubrimientos interesantes respecto al crecimiento de estas plantas en la estación espacial. La sustancia fluorescente les permitió comprobar que algunas hormonas de la planta se distribuyen de manera distinta en las plantas 'espaciales', que crecen de arriba a abajo a pesar de la microgravedad (las raíces se alejan de las hojas) y que mantienen la pauta de desviación que en la Tierra les sirve para aferrarse a paredes y ramas.  
Arabidopsis ha probado de forma destacada su adaptabilidad al ambiente espacial", asegura el coautor de estudio Robert Ferl. La versatilidad de esta planta les está permitiendo someterla a condiciones extremas de presión, sequedad y temperatura y comprobar sus respuestas, de manera que estos experimentos sirvan también para prever las reacciones de las plantas al cambio climático.
Experimentos anteriores, como el realizado por el equipo de Javier Medina, del Centro de Investigaciones Biológicas (CSIC) durante la misión Cervantes a la estación espacial, han mostrado que sí se producen alteraciones  en el crecimiento celular de las plantas durante su estancia en el espacio. Otros estudios muestran que las plantas presentan un comportamiento anómalo frente a la luz cuando crecen en ausencia de gravedad, lo que supone la reaparición de mecanismos evolutivamente ancestrales que fueron posteriormente descartados u ocultados al evolucionar las plantas en presencia de la gravedad terrestre.
El próximo 1 de marzo la nave no tripulada Dragón partirá rumbo a la ISS con el proyecto internacional Seedling Growth, codirigido por investigadores del CSIC y de la Universidad de Mississippi (EEUU), y que estudiará el crecimiento y desarrollo de las plantas en condiciones de microgravedad. Este es el primer envío a la Estación Espacial Internacional de los tres que tiene previsto realizar el proyecto. Los siguientes se harán en 2014 y 2015.


Fuente:
http://noticias.lainformacion.com


 

900.000 km de cable submarino: viaje al fondo de internet


Sabías que...


  • La red que conecta los continentes bajo el mar podría dar 22 vueltas a la Tierra.
  • Una flota de barcos patrulla los mares para reparar los cortes y averías en la red.F


A ojos de una civilización extraterrestre, los humanos podríamos pasar por criaturas que se comunican bajo el mar. El 99% de las comunicaciones entre continentes se producen en forma de pulsos de luz bajo el océano, a través de los 900.000 km de cables submarinos que rodean el planeta y llegan hasta los lugares más recónditos. Hay cables que cruzan desde Alemania a Corea del sur y de Reino Unido a Japón, y otros que conectan el Ártico o las remotas islas del Pacífico. Una infraestructura gigantesca que permite que hablemos en tiempo real de un extremo al otro del globo.
El ingeniero Paul Deslandes ha trabajado durante los últimos 15 años en la instalación de estos cables de fibra óptica y se ha encontrado en las más pintorescas situaciones. "En Surinam", recuerda, "nos encontramos una anaconda junto a los cables. Y en Guinea con un gran cocodrilo en un manglar". En 2004, Deslandes participó en la instalación del cable de 2.700 km que une Noruega con las islas de Svalbard, en el Ártico, a 600 metros de profundidad. "Los habitantes de estos sitios", añade, "se sorprenden al vernos porque piensan que las comunicaciones van por satélite, no que emerjan de una playa".
Una flota de barcos "guardianes"
La historia de la comunicación submarina comenzó con el pie torcido. El 29 de agosto de 1850, franceses e ingleses tendieron el primer cable telegráfico bajo el Canal de la Mancha entre las localidades de Dover y Calais y apenas pasaron unas horas antes de que un pesquero francés cortara el cable con sus redes. Desde entonces, los incidentes no han dejado de sucederse.
Según datos de la ICPC, el Comité Internacional para la Protección de los Cables, cada año se producen entre 100 y 150 cortes de cables submarinos, con consecuencias para la comunicación de distintas regiones. "Los daños son provocados sobre todo por anclas de barcos o corrimientos de tierra causados por la actividad símica", asegura John Walters, jefe de mantenimiento de Global Marine, una de las principales empresas de reparación de cables submarinos. Su compañía dispone de siete buques en el Atlántico, el Pacífico y el Índico y cada uno de los barcos, explica a lainformacion.com, realiza una docena de reparaciones al año.
"La reparación de una avería", asegura Walters, "depende la complejidad del fallo y de la distancia a la que tenemos que viajar, pero una vez que empezamos a trabajar nos lleva entre tres y siete días reinstalar el cable. Estas líneas están normalmente enterradas a más de 1.000 metros de profundidad y debemos enviar nuestros vehículos robóticos para sacarlos".
El ataque de los peces
Por insólito que parezca, algunas de las averías de los cables submarinos han sido provocadas por la actividad de la fauna marina. Entre 1877 y 1955, se documentaron 16 cortes de cables telegráficos causados por las ballenas que se enredaban en ellos, y era muy frecuente que los peces se comieran el recubrimiento de gutapercha. En 1989, los cables de fibra óptica que pasan por las islas Canarias fallaron hasta en cuatro ocasiones como consecuencia de las mordeduras de los tiburones. "Se sentían atraídos por los campos magnéticos”, explica Walters, “pero las mejoras en el diseño de los cables han eliminado el problema".
Hoy en día los mayores destrozos se producen por grandes seísmos y corrimientos de tierras. En 2005 un terremoto dejó aislado Pakistán y un año después un seísmo al sur de Taiwán cortó la comunicación en Asia durante días, incluidas las transacciones bancarias y los mensajes de spam. Y varios cortes en aguas de Egipto han silenciado temporalmente Oriente Medio en los últimos años. “Apenas hay casos de sabotaje”, relata Walters, “pero sí hemos tenido algunos robos de cable, sobre todo antes de que fueran de fibra óptica”. A pesar de que son infraestructuras estratégicas, los cables no están especialmente protegidos por los países. “Solo reciben atención especial en Australia y Nueva Zelanda”, explica Walters, “donde se ponen sanciones muy duras a los pesqueros y se han dedicado canales para proteger las conexiones”.
Cables para medir las corrientes
Desde los años 90, los cables están resultando útiles para la ciencia y se utilizan en estudios de corrientes marinas. En 1998, Pablo Sangrá, oceanógrafo de la Universidad de las Palmas, utilizó varios cables submarinos en desuso para medir la variación de las corrientes entre las islas de Tenerife y Gran Canaria. “El mar tiene sal y actúa como un conductor eléctrico cuando se mueve”, explica Sangrá a lainformacion.com. “Con un voltímetro en el extremo de cada cable podemos medir la diferencia de potencial que varía en función de la velocidad de la corriente”.
De esta forma, y durante dos años, los científicos comprobaron cómo se movía el agua entre las islas gracias al uso de los cables. “Detectamos de forma muy clara la señal de marea y vimos la variabilidad de la corriente de Canarias, que en verano se intensificaba y que en invierno llegaba un poquito más débil”, resume. Mediante sistemas parecidos, otros científicos han analizado la variación de las corrientes del planeta y su papel en el cambio global. “Hay un cable tirado desde la costa Este de EEUU y las islas Bermudas que están monitorizando desde los años 70”, explica Sangrá. “Los datos de este cable son los que están proporcionando información muy valiosa sobre el cambio climático”. Y no es un caso aislado. En éste, y en otros mares, miles y miles de kilómetros de cables de comunicaciones podrían servir para conocer mejor lo que ocurre en las profundidades.  




Fuente:
http://noticias.lainformacion.com